EL GRAN IMPACTO CONTRA EL TEMPEL 1

Los astros que siglos atrás generaban miedo, terror y malos presagios, guardan sutiles secretos que los científicos pretenden desenterrar

El próximo lunes 4 de julio a la 1 de la madrugada, un proyectil de cobre macizo se estrellará a una velocidad de a 37.500 kilómetros por hora contra el núcleo del cometa Tempel 1, primera vez en 35 años de exploración espacial que un artefacto de construcción humana alcanza la superficie de un cometa, en este caso de manera violenta pero controlada.

La misión denominada Deep Impact (Impacto Profundo) se compone de una sonda principal que lleva a cuestas otra pequeña llamada subsonda de impacto, ambas dotadas con cámaras e instrumental científico para registrar y analizar con exquisito detalle el desarrollo de la colisión. Partieron el 12 de enero desde la Florida EU impulsadas por un cohete Delta II, y después de recorrer más de 450 millones de kilómetros en 173 días, hoy están a solo unas pocas horas de su gran objetivo final, el cometa Tempel 1.

24 horas antes, la subsonda se desprenderá de la sonda principal para iniciar su propio viaje que terminará cuando colisione y se hunda sobre el núcleo del Tempel 1. Este pequeño proyectil de 1 metro de diámetro, 1 metro de altura y 372 kilogramos de masa está equipado con un sistema autónomo de navegación y cámaras con las que tomará imágenes del cometa hasta segundos antes del gran golpe.

La energía liberada por el impacto producirá un cráter de dimensiones inciertas, pero se calcula el tamaño de un campo de fútbol, 50 metros de profundidad y suficiente material eyectado como para que la explosión pueda ser detectada desde tierra. Varios telescopios terrestres y otros ubicados en el espacio estarán observando el evento, además de una red de aficionados que se ha organizado con este propósito.

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